viernes

maldito

cuando gepetto entró en el cuarto,
pinocho lloraba con su cara sobre el teclado.
- ¡ oh, pobre hijo ! deja que te ayude.
   vaya, se quedó atrapada entre la "g", la "h" y la "b"...
- estoy harto, papá, es que no puedo ni siquiera chatear un poco...