guerrilla
y el libro dice así :
Unas de las acciones más guapas de los King Mob tuvo lugar el día antes de Navidad, uno de los días de más locura compradora de todo el año. En esta época, las grandes empresas de consumo suelen decorar sus negocios ofreciendo un ambiente "amor-alegría-familia" para aumenta la disposición compradora. Tomarse en serio la encarnación de la maximización de las cifras de ventas vestida de Papá Noel, significaba para los King Mob reconducirlo a su sentido original: el de traer regalos. En la calle Oxford Street de Londres, los activistas, vestidos de Papá Noel, repartieron a toda pastilla mercancías de las estanterías de centros comerciales entre los niños y padres presentes. Los vigilantes de los establecimientos corrían de un lado a otro para recuperar los juguetes en manos de los niños que, llorando y gritando, se resistían a soltarlos. Y naturalmente hubo un gran número de personas que simplemente se marchó con su "regalo".
Pero los centros comerciales no han sido convertidos sólo para las Navidades en auténticas casas de regalos para la clientela. Un ejemplo más sería el grupo que distribuía octavillas delante de un comercio donde se explicaba a la gente que todas las mercancías señaladas con un pequeño punto negro eran gratis.
Otro grupo se hizo con la megafonía de un gran centro comercial de la ciudad holandesa de Nijmegen para protestar contra el recorte de las prestaciones sociales. Anunciaron por los altavoces: "Cualquier compra que se realice durante los 60 minutos siguientes será gratis".
Aún más gracia tenía una octavilla de Frankfurt que unía el placer de recibir regalos con el cuestionamiento de los sistemas de seguridad cada vez más sofisticados : "El Kaufhof, el gran almacén de la aventura. Queridas clientas y clientes, nos dirigimos a ustedes para pedirles un favor insólito : ¡Ayúdenos a comprobar el buen funcionamiento de nuestros dispositivos de seguridad robándonos algo ! "
Unas de las acciones más guapas de los King Mob tuvo lugar el día antes de Navidad, uno de los días de más locura compradora de todo el año. En esta época, las grandes empresas de consumo suelen decorar sus negocios ofreciendo un ambiente "amor-alegría-familia" para aumenta la disposición compradora. Tomarse en serio la encarnación de la maximización de las cifras de ventas vestida de Papá Noel, significaba para los King Mob reconducirlo a su sentido original: el de traer regalos. En la calle Oxford Street de Londres, los activistas, vestidos de Papá Noel, repartieron a toda pastilla mercancías de las estanterías de centros comerciales entre los niños y padres presentes. Los vigilantes de los establecimientos corrían de un lado a otro para recuperar los juguetes en manos de los niños que, llorando y gritando, se resistían a soltarlos. Y naturalmente hubo un gran número de personas que simplemente se marchó con su "regalo".
Pero los centros comerciales no han sido convertidos sólo para las Navidades en auténticas casas de regalos para la clientela. Un ejemplo más sería el grupo que distribuía octavillas delante de un comercio donde se explicaba a la gente que todas las mercancías señaladas con un pequeño punto negro eran gratis.
Otro grupo se hizo con la megafonía de un gran centro comercial de la ciudad holandesa de Nijmegen para protestar contra el recorte de las prestaciones sociales. Anunciaron por los altavoces: "Cualquier compra que se realice durante los 60 minutos siguientes será gratis".
Aún más gracia tenía una octavilla de Frankfurt que unía el placer de recibir regalos con el cuestionamiento de los sistemas de seguridad cada vez más sofisticados : "El Kaufhof, el gran almacén de la aventura. Queridas clientas y clientes, nos dirigimos a ustedes para pedirles un favor insólito : ¡Ayúdenos a comprobar el buen funcionamiento de nuestros dispositivos de seguridad robándonos algo ! "
